Hacía mucho que no hablaba de mis anécdotas en el transporte aéreo, pero esta vez lo voy a enfocar de otra manera actualizando mis anécdotas en los aeropuertos y vuelos (continuando con la serie de “Anécdotas increíbles en el aeropuerto”) pero también contando aspectos positivos que he visto últimamente, especialmente, como no, de gastronomía.
Una de maletas transporte aéreo
Voy al mostrador de Iberia, me toca una chiquita con poca experiencia. Llama a la que parece la supervisora y es de esas de Iberia de toda la vida que todo es un problema y te pone pegas para todo.
Cuando le insistes resulta que lo hace pero mientras tanto has pasado un mal rato con la mala cara de la señora.
Lo primero que le pedí fue que la maleta fuese directamente desde Almería hasta Medellín para no tener que recogerla en Madrid y volverla a facturar. Me indica que no puede hacerlo porque los vuelos no están enlazados con un mismo código y porque la compañía de mi vuelo Madrid-Medellín es la chilena LAN. Que si fuera Iberia lo podría hacer.
Le muestro mi billete donde pone claramente que es Iberia y me cuenta el típico rollo de que es que es un vuelo Avianca-Lan-Iberia y que no puede ser por política de Air Nostrum (empresa por supuesto del Grupo Iberia) que es la que me lleva de Almería a Madrid.
Bueno, ahí ya me quedo pensando en decirle a mi Agencia que por qué no me lo ha enlazado. Pero sigo pidiendo: ¿me podría dar por favor pasillo para el vuelo largo lo más adelante posible? Contesta la señora: no, no quedan. Bueno, pues pasillo atrás. “Voy a mirarlo pero no sé si será posible porque va muy lleno”. De repente dice “ah, pues, si hay pasillo y adelante”. Vale, una cosa conseguida.
Ahora de repente se da cuenta de que por facturar mi maleta en el vuelo Almería a Madrid tengo que pagar. Increíble. Bueno ya reclamaría a mi agencia. Y me dice que tengo que hacerlo en taquilla, pero la taquilla está cerrada.
Naturalmente dice que ella no puede hacer nada. Que tendría que estar abierta. Me voy a dar una vuelta para calmarme.
Finalmente abre y puedo pagar. Pero nuevamente Iberia me ha amargado el rato. En fin, menos mal que los aviones han mejorado y el vuelo a Medellín tiene pantallas individuales. Pude ver algunas películas que siempre me gusta ponerme al día.
Una de tarjetas de embarque
Volaba desde Tenerife de vuelta a Sevilla. Como el vuelo directo suele ser caro, esta vez lo hacía a través de Gran Canaria.
Voy al aeropuerto de Tenerife Norte y allí obtengo mi tarjeta de embarque de la línea regional Binter. Sin problemas.
Me voy al mostrador de Vueling y solicito mi tarjeta de embarque pues no había podido imprimirla en el hotel. Como sabéis en Vueling te dan la tarjeta de embarque directamente cuando haces la compra, no es como otras compañías que tienes que hacerlo 24 horas antes.
Me contestan que al ser de otro aeropuerto que no me la pueden dar. Argumentarle que solo era imprimir ya que Vueling las da directamente fue inútil, Inexplicable.
Una cosa es que no te la pueden dar porque es distinto aeropuerto lo cual no deja de sorprenderme ya que cuando tienes un código enlazado si es posible. Imagino que será para asegurarse de que de verdad vas a llegar al aeropuerto Y otra cosa es que en un caso como éste que ya emiten la tarjeta de embarque directa no puedan imprimirla.
Como siempre digo son faltas de atención al cliente que no sería concebible en ningún otro negocio. Ya lo decía mi artículo que yo:
[Tweet » Si a mis clientes les hiciera lo que nos hacen los operadores aéreos, los perdería todos.»]
Una última pequeña anécdota esta vez en BOA, Boliviana de Aviación. Vuelo Madrid a Santa Cruz de la Sierra. Quiero encender la luz para leer un rato, está estropeada. Intento pulsar el botón de aviso a la tripulación. Claro, tampoco funciona. Está todo enlazado.
Pues esas cosas deberían de pensarlas porque si algo no funciona, resulta que tampoco puedes avisar a la azafata o azafato y, entonces, uno se pregunta para que sirve el sistema.
Y si no, hay que hacer mejor mantenimiento, porque en esta compañía no es la primera vez que me pasa
Gastronomía aérea transporte aéreo
Pero algo quiero decir positivo de los mundos aeroportuarios. Tengo que reconocer que en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid, antes conocido como el de Barajas, hay una cosa que ha mejorado y que a mí me hace más fácil la espera: los restaurantes.
Siempre está el Más que Menos donde te puedes tomar un jamoncito ibérico y una tortillita de patatas con una buena cerveza Mahou bien tirada al estilo madrileño.
Como siempre estoy con la nostalgia en estos últimos años de productos gastronómicos españoles tras tanto viajar, me suelo acercar.
Pero hay otras opciones también muy buenas: en la T4, encuentras una especie de quiosco central dedicado al jamón ibérico, y para los que lo echamos mucho de menos, te puedes tomar un cucurucho de taquitos de jamón o tomar una tapita también por supuesto con una cerveza o un vinito.
En la T4 satélite hay un restaurante que me encanta que se llama La Mary . Trato estupendo y donde todo suele estar bueno, aunque yo suelo tomar el Risotto a la trufa por 10 € está excelente. Muy agradable para hacer esas esperas mucho más amenas.
Con esto acabo mi tercer artículo sobre el transporte aéreo, espero tus comentarios, sobre todo si sabes de alguna experiencia divertida o gastronómica.