Artículo escrito por Julián Sastre, María Cuello, Javier Cantarella.
Las zonas de bajas emisiones (ZBE) en las ciudades han adquirido una relevancia especial y se han puesto de moda desde que la Unión Europea le ha dado una prioridad absoluta y aporta fondos a los países y ciudades para su implantación. Se trata de escoger una zona de la ciudad y trabajar con ella para reducir las emisiones dentro de la misma, pero con impacto en el conjunto del municipio. En Europa es obligatorio para todas las ciudades de más de 50.000 habitantes y todas aquellas de 20.000 al menos que tengan problemas de contaminación importantes.
En mi opinión, el problema que se plantea es que se ha enfocado fundamentalmente hacia el control de los vehículos que entren en la zona elegida, mediante el uso de sistemas de control tecnológico y dejando acceder principalmente aquellos con etiquetas ecológicas de los vehículos. Por contra, las zonas de bajas emisiones deben ser una oportunidad para hacer un proyecto de movilidad sostenible de alta calidad. Sin este enfoque el resultado a mi parecer será pobre. Siempre digo que la movilidad en las ciudades es un problema público de salud y supervivencia y que todos deberíamos ser conscientes de ello. Pero, por si alguno tiene dudas ya nos decía Janet Sadik, ex comisionada de Transporte de la ciudad de Nueva York, que también es una cuestión de economía de la ciudades, la gente va a querer vivir y visitar las ciudades que tengan una calidad de vida y ambiental excelente.
Los proyectos de zonas de baja emisiones están ya generalizados en Europa y se conocen como ZBE. En algunos lugares de América Latina como Medellín ya se ha empezado esa transformación y son conocidos como ZUAP, zonas urbanas altamente protegidas. También vemos ciudades de Estados Unidos que están trabajando en ello como Nueva York y un ejemplo claro es el área de Times Square y Broadway, como se ve en las imágenes.
Como digo, el enfoque para mí es de un plan de movilidad integral. No es cerrar la zona a los coches y poner un sistema tecnológico de control. Es hacer, por decirlo de alguna manera, un proyecto de movilidad sostenible para un área generalmente central o de alta emisiones que permita reducir la contaminación en ella. Pero hay un dicho español que habla de el palo y la zanahoria. También se habla de una de cal y otra de arena. El palo sería prohibir los coches, yo soy más partidario de cambiar el orden, zanahoria y luego el palo. O al mismo tiempo.
Con esto quiero decir que hay que dar soluciones de accesibilidad y movilidad mediante alternativas sostenibles, saludables y seguras antes de restringir el uso del vehículo. Por tanto, tenemos que diseñar e implantar soluciones de transporte público, de caminabilidad y de acceso en bicicleta, porque si no el resultado será el abandono de nuestros centros de las ciudades o del área que se decida actuar .
Para ello se requieren tres puntos clave para el éxito:
- Por una parte, liderazgo, ejemplos de ello, puede ser Jaime Lerner, que fue alcalde en los años 70 de Curitiba en Brasil, y que primero pensó el modelo de ciudad que quería. Otro ejemplo es Miguel Fernández Lores, alcalde de Pontevedra, ciudad española de 80.000 habitantes en Galicia que ha convertido una ciudad que hace 25 años era fea y de mala calidad, en una joya que es una referencia en todo el mundo.
- Otra de las claves es hacer proyectos rigurosos y serios, con un enfoque integral, que tenga en cuenta a todos los afectados y actores posibles como residentes, comerciantes, empleados, visitantes y, si es el caso, turistas. Estos proyectos deben pensarse en todo el ciclo de vida del mismo, con un esquema clásico como el que se aprecia en la figura.
Quiero hacer especial énfasis en dos aspectos de estos trabajos. Lo primero es la toma de datos, hay que disponer de información suficiente para hacer un proyecto de calidad pero también para poder defenderlo. En los procesos de participación ciudadana hay que abandonar “el yo pienso por el yo demuestro”. Y para eso es necesario disponer de información. Una herramienta que es muy útil es la de los modelos de simulación que nos permiten visualizar lo que va a ocurrir y eso ayuda también a escoger bien las alternativas y a explicarlas.
Dentro de estos estudios, no hay que pensar solo en contaminantes, sino también en el ruido, un problema ambiental en nuestras ciudades.
En definitiva, los proyectos de zonas de bajas emisiones los veo más como el rediseño de esas áreas, pensando en la pirámide invertida de la movilidad sostenible, en el que los peatones y la caminabilidad están arriba y el coche abajo, al contrario de como se han diseñado muchas ciudades en las últimas décadas.En definitiva, los proyectos de zonas de bajas emisiones los veo más como el rediseño de esas áreas, pensando en la pirámide invertida de la movilidad sostenible, en el que los peatones y la caminabilidad están arriba y el coche abajo, al contrario de como se han diseñado muchas ciudades en las últimas décadas.
- Un tercer aspecto que me parece clave para la implantación es, como siempre, la regulación, una adecuada normativa basada en ordenanzas municipales que especifiquen para la ciudad la legislación General del Estado. En España la Federación Española de Municipios y provincias (FEMP) ya ha generado una ordenanza tipo que puede ser base para aplicar en cada municipio y que se basa en los principios de: simplificar, usar lenguaje entendible, trabajar la participación pública y luego desarrollar una serie de anexos para poder agilizar las modificaciones, sin tener que cambiar integralmente la ordenanza en su caso, ya que el dinamismo de las ciudades es cada vez mayor.
Esta segunda parte del artículo la quiero enfocar a una reflexión sobre el modelo de restringir el paso de los vehículos. El que se está implantando en muchas ciudades es el de la etiqueta del vehículo.
Introduzco en este primer modelo una reflexión sobre la necesidad de encontrar un equilibrio entre eficiencia de la medida y equidad. Esta medida es eficiente porque menos vehículos entrarán, pero la gente que tiene dinero podrá comprarse un vehículo más ecológico, mientras que los de recursos escasos no podrán entrar con vehículo. En definitiva, es una medida menos equitativa.
Otro de los modelos de restricción de vehículos es implantar peajes como ha hecho Londres. Pasa lo mismo el que tiene dinero puede pagarlo.
En América Latina se ha implantado el sistema de pico y placa en algunas ciudades. Es decir, que la matrícula par puede entrar un día y la impar otro día. Estamos en la misma situación, los que tengan capacidad económica podrán tener dos coches, uno con matrícula par y otro con impar. Es una medida que puede ser eficiente pero no equitativa.
En política de estacionamiento hay más variedad, efectivamente una posibilidad es hacer pagar más por el uso de la vía pública para aparcar. Pero también hay otras opciones que afectan por igual a todos los ciudadanos como es la eliminación de plazas que disuade la entrada en vehículo a la zona de bajas emisiones, o bien limitar esas plazas para los residentes. También hay variedades más recientes como la que se está implantando en París y Londres, en el que hacen pagar más a los vehículos más grandes en cierta manera se hace pagar más al que tiene un vehículo más caro.
Otro modelo es el que se implantado, especialmente en la supermanzanas, en las que se generan bucles, de tal manera que se elimina el tráfico de paso sin hacer pagar a nadie. Esto se muestra en la imagen comparada entre el modelo que permite el tráfico de paso y el que expulsa de una determinada zona y ese tráfico.
Invito a la reflexión sobre este equilibrio entre eficiencia y equidad a la hora de desarrollar los proyectos.
Quiero terminar este artículo intentando disuadir aquellos que tras leer lo anterior, van a decir, pero es que mi pueblo o mi ciudad es diferente y no puede ser. Por supuesto que hay que adaptar las medidas a cada municipio, pero los cambios en todas las ciudades que han apostado por la movilidad sostenible, segura y saludable han costado.
Aquí vemos algunos ejemplos de grandes transformaciones, porque no siempre fueron ciudades maravillosas: esta es Vitoria, capital del País Vasco.
Esto es Málaga con la famosa calle Larios:
Y esto es Amsterdam, que todo el mundo parece pensar que siempre fue como es ahora llena de bicicletas y peatones, circulando por todas partes, también tuvo sus colapsos de coches . En definitiva, que si es posible el cambio:
2 comentarios
Una visión muy holistica y acertada de como se debe aprovechar la ceeacionde las ZBE en España y en Europa.
Gracias Aitor