El dinero es una de las razones fundamentales para usar la bici en vez del coche, pero la gente no termina de ver el ahorro en términos de su dinero cuando se lo explicas en términos de dinero medio, que parece que no es de nadie, como decía aquella política. De ahí que resulte muy interesante esta utilidad de Greenway, donde puedes calcular cuánto te ahorrarías tú (y no otro, ni en media) si dejaras de usar el coche:
500 euros al año, el coste de 360 litros de combustible, en mi caso. Más el gasto de mantenimiento del coche, que la revista Autopista estima en un mínimo de 3.500 euros al año, y más el precio de compra del propio coche, que está en una media de 20.000 euros. Eso, en mi caso, supone un total de unos 59,860 euros en los 10 años que se considera la vida útil de un coche. Nada despreciable.
El problema, eso sí, es que para que estemos en condiciones de cambiar el coche por la bici las ciudades deben estar preparadas para asumir el aumento del tráfico en bicicleta. En nuestro país Sevilla y Barcelona no están nada mal valoradas, como muestra este ranking de Wired de las veinte ciudades más amigables para ir en bici:
Pero para el resto de ciudades aún queda mucho camino por recorrer en muchos casos, como demuestra este documental sobre Londres y las bicicletas, que a ratos pone los pelos de punta. No se lo pierdan:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/documentos-tv/documentos-tv-guerra-carreteras-britanicas/3162090/
Y ese camino pasa sin duda por fijarnos en los buenos ejemplos y los casos de éxito en adaptación de una ciudad para las bicis, como estos fabulosos aparcamientos para bicis en Holanda:
O, ya incluso a más nivel, estos en Japón:
Impresionante. Entre la batalla campal de las carreteras británicas y los increíbles parkings japoneses hay un largo camino, pero es justamente el camino que hemos de recorrer para ahorrarnos esos 60,000 euros por coche en 10 años.
¿Merece la pena? Sin duda alguna.