Que el uso de la bicicleta como medio de transporte tiene grandes beneficios más allá de lo puramente económico es algo que nadie duda, pero ¿se pueden medir realmente estos beneficios indirectos? ¿se pueden traducir a términos económicos? Pues parece que mucho más de lo que uno pudiera pensar; hoy en día pocas cosas hay que no se puedan traducir en términos de dinero, quizás porque lo que no sea amortizable no exista realmente en este mundo monetizado. Hay cosas que no se compran con dinero, pero ¡son tan caras!, decía Woody Allen. Veamos cómo son de caras las cosas que no se compran con dinero, y de las que nos beneficiamos por el uso de la bicicleta como transporte alternativo:
- Reducción de ruidos: En Europa se estima que el ruido producido por los medios de transporte supone un coste del 0.65% del PIB, unos 40.000 millones de euros. La disposición a pagar por reducir un decibelio el nivel de ruido va de 99€ euros al año (Suiza) a 275€ (Noruega), pasando por los 127€ en España. En USA se estima que el precio de una vivienda depende en un 30% de su nivel de ruido. En la UE se estima que un automóvil produce un coste por ruido de 6.7€ cada 1000kms y pasajero.
- Reducción de la contaminación: Según las estimaciones de la ECF (European Cyclists’ Federation) un automóvil emite 271 gr. de CO2 por km, una motocicleta 100 grs y el transporte público 101 grs, mientras que la bicicleta tan solo 21 grs por km. El precio de una tonelada de CO2 emitida a la atmósfera, a 30 de junio de 2014, es de 5,77€, según SENDECO2, la Bolsa Europea de Derechos de Emisión de Dióxido de Carbono (EUAs) y Créditos de Carbono (CERs).
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- Ahorro en tiempo particular: En España, según el INE, el coste de una hora de trabajo efectiva es de 18.34€, en el primer trimestre de 2014. En ciudad, el uso de la bicicleta como medio de transporte supone un ahorro de 0.25 horas por trayecto realizado con respecto al coche, 0.13 con respecto a la moto y 0.20 con respecto al autobús.[/one_half]
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- Ahorro en tiempo social: En la UE se estima que la congestión del tráfico urbano supone un coste del 1.5% del PIB. En Sevilla, por ejemplo, el RACC estima que un ciudadano pasa una media de 25 horas al año en un atasco. En Milán se aplica una eco-tarifa (Ecopass) de 5€ por vehículo por circular por el centro de la ciudad.
- Ahorro en Salud: En vías urbanas el 57% de los accidentes mortales son en coche, el 29% en motocicleta y el 2% en autobús. Por cada fallecido por accidente en vía urbana, se producen 9.54 heridos graves. El valor estadístico de la vida en la UE es de 1.574.000 euros, según la Health Economic Assessment Tool de la UE. Por otra parte, el coste unitario medio provocado por un fallecido en carretera es de 263.153€ y el coste unitario medio de un herido es de 34.962€.
- Beneficios para el empleo: Por cada 24 bicicletas públicas se genera un puesto de trabajo directo, en servicios y reparación (Avilés Palacios y otros. 2011). Con lo que ello supone de beneficios privados (para el nuevo empleado) y públicos, por aumento del consumo, ingresos por impuestos y ahorros en subsidios, principalmente de desempleo.
A sumar a los beneficios que si son fácilmente medibles, como los costes de funcionamiento (0.732€ por cada trayecto que pasa a hacerse de bus a bici y 0.432€ por cada trayecto que pasa a hacerse de coche o moto a bici) o el ahorro en combustible.
Es decir, que el uso de la bicicleta pública tiene grandes beneficios económicos, particulares y sociales.
¿Se les ocurre alguno más?