A uno de cada cinco ciclistas en España le han robado la bici alguna vez. La probabilidad de que te roben la bici es tres veces mayor a la de que te roben el coche o la moto, y ese es un patrón que se repite en todo el mundo, desde Alemania a USA. Por eso tres estudiantes de ingeniería chilenos, Andrés Roi, Cristóbal Cabello y Juan José Monsalve, decidieron dedicar un trabajo para la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile a crear una bici imposible de robar, el proyecto Yerka (http://www.nadiemelaroba.cl). “Todo candado convencional puede romperse, dejando la bici intacta”, afirman estos ingenieros en su web (donde aseguran además que se roba una bici cada segundo). Por ello en el proyecto Yerka lo que proponen es que la propia bicicleta sea el candado, y que con ello romper el candado también inutilice la propia bicicleta, desincentivando así el robo. Con este sistema además uno se ahorra transportar el candado, que es normalmente un engorro.
El aspecto de la bici es prácticamente el mismo que el de una bici convencional, solo modifica una de las barras del chasis. Y ponerlo y quitarlo es más que sencillo, siempre que se tenga un árbol o una farola a mano.
Y además, aunque no lo aclaran en la web, parece que el sistema es compatible también con los aparcamientos convencionales de bicicletas, una ventaja más. Pero la cuestión es que no sería, con toda seguridad, la primera bici imposible de robar, tal y como afirman desde Yerka y publican algunos medios. Si finalmente resulta imposible de robar será la segunda, en el mejor de los casos. La primera bici que nadie te puede robar, que no requiere acarrear un candado, que no requiere que le hagas ningún mantenimiento y que además no ocupa espacio en casa es, naturalmente, la bicicleta pública.
Habría que recordárselo.