Estos días he estado en Paraguay y Bolivia y hace un par de meses en Colombia.
Así que voy a escribir un artículo sobre un tema que hablo mucho y que no consigo convencer a los responsables públicos de los distintos municipios de América Latina: la importancia de los pasos de peatones.
¿Qué es lo que pasa en nuestras ciudades con los pasos de peatones?
En Europa, salvo algunas excepciones, es el coche el que tiene que estar atento por si tiene que cruzar el peatón, de alguna manera el ciudadano que va a pie sabe que está seguro.
Sabe el ciudadano peatón que puede cruzar tranquilamente por los pasos de cebra o pasos de peatones.
Pero en muchos países de América Latina no es así. El peatón es el que tiene que mirar por si puede pasar. Incluso en La Paz, donde se instauró la impactante campaña de las cebritas, ayudando a para ver el tráfico los pasos de peatones. La realidad es que ha tenido más imagen que resultado efectivo.
Basta que se quiten del paso para que nadie más lo respete. Funcionan más bien como una especie de semáforo y no han conseguido concienciar a la ciudadanía.
Por eso lo que yo predico entre los técnicos y responsables municipales de movilidad es que lleven acabo un proceso de tolerancia cero.
[Tweet «Saltarse un paso de peatones: un proceso de tolerancia cero»]
¿Qué impactos surgen por la falta de pasos de peatones?
Porque los impactos son tremendos. Por una parte, está el tema de la seguridad vial. Hay muchos más accidentes.
Las personas, como ven que da lo mismo cruzar en un paso de peatones o por mitad de la calle, lo hacen por cualquier parte. Esto genera más accidentes.
Pero también un efecto sobre la velocidad de circulación.
Ya que en lugar de un solo corte concentrado en un paso de peatones el tráfico tiene numerosos puntos de parada como consecuencia de que grupos de personas inician el cruce en un determinado tramo de la manzana o de la cuadra como se dice en estos países.
Mi propuesta
Más allá de elevar los pasos peatonales que generan un calmado de tráfico, mi opinión como ya he dicho es qué se inicie un proceso similar al que se ha hecho en estos países siguiendo la estela de Europa con el tema del alcohol.
No hay excusa. Y no puede haber excepciones, el que se salte un paso de peatones debe ser multado y condenado con la misma gravedad que puede suponer otros peligros públicos.
Además, hay que hacer una concienciación plena mediante una campaña en los colegios, en los medios de comunicación, con los chóferes del transporte colectivo y otras medidas de educación vial.
Hay que crear caminos escolares seguros y para eso nuestros hijos y nuestros nietos deben poder cruzar por los pasos de peatones.
Hago una llamada a los principales municipios de América Latina para que lo inicien, el primero que lo consiga será un ejemplo.
Para ilustrar la situación actual te dejo este vídeo que rodé en una ciudad tan emblemática que tanto ha hecho por la movilidad sostenible como Medellín. Imagínate en otras que no están tan avanzadas. Si no puedes ver el video pincha aquí.
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No dejes de mandar tu opinión y explicar casos.