Hace unas semanas se publicó en el prestigioso diario La Nación de Argentina un artículo sobre “El Transporte hacia vehículos autónomos, ecológicos y compartidos”.
En una parte, me cita hablando de urbanismo y movilidad como binomio inseparable de lo que hablo en numerosas ocasiones .Estas ideas recogió:
- «Para Julián Sastre, director de la consultora de transporte española Alomon, hay ciertas recetas a seguir para diseñar un sistema exitoso, tales como fomentar la conectividad entre transportes, crear carriles exclusivos de circulación para colectivos y restringir los espacios de estacionamiento en las calles.»
- «Hace falta un desarrollo urbanístico que fomente la caminata y el ciclismo, dotado de un sistema de transporte público masivo. Eso disminuye el uso del vehículo particular; de este modo, el suelo que ya no ocupa el coche pasa a cumplir una función social», dice Sastre. El experto introduce en su análisis una nueva tendencia que conjuga urbanismo y movilidad: el llamado «Desarrollo urbano orientado al transporte público» (DOT). «Es un modelo urbano con planificación y diseño en torno al transporte público, que construye barrios compactos, de alta densidad, que permiten a las personas gozar de diversidad de usos, servicios y espacios públicos seguros y activos, favoreciendo la interacción social».
También se basa en lo que escribí hace tiempo sobre la importancia de que el transporte público sea de calidad
Para Sastre, el objetivo final es que el transporte público sea elegido no solo porque es más económico sino también porque es mejor, más cómodo y seguro. «El país desarrollado no es aquel donde el pobre tiene coche, sino aquel donde el rico usa el transporte público», dice.
Tengo que aclarar que eso lo dijo en realidad Enrique Peñalosa cuando era alcalde de Bogotá y estaba desarrollando el Transmilenio del que hablamos aquí.
Como siempre, te animo a compartir las opiniones y experiencias. Y de vehículos autónomos también hablamos en este blog