Este año 2015 tenemos elecciones municipales y nacionales, lo cual, molestias aparte, es una oportunidad fabulosa para tratar de implicar a las administraciones, que en períodos electorales tienden a ser más dadivosas, en el desarrollo de la movilidad sostenible. Es un momento idóneo para tratar de hacer ver a los responsables públicos de movilidad, a todos los niveles, cuáles son los principales problemas de movilidad sostenible de cada una de las ciudades, y tratar de proponer soluciones. Pero, ¿y cuáles son los problemas de movilidad sostenible en las ciudades?
Pues esta semana queremos llamar vuestra atención sobre esta propuesta de “En bici por Madrid”, el Programa electoral ciudadano de movilidad para Madrid 2015-2019. En esta iniciativa, con la ayuda de Ecomovilidad y Laboratorio Democrático, se han expuesto los principales problemas de movilidad (sostenible) en la ciudad de Madrid a la participación y el debate conjunto de ciudadanos y expertos, de forma pública y abierta, para tratar de detectar las principales carencias y sus posibles soluciones, dando lugar a un documento muy interesante para cualquier gestor o experto en movilidad.
El documento resultante se ha dividido en 6 puntos fundamentales, para hacerlo más fácilmente abordable y consultable:
- ¿Qué problemas de movilidad tiene Madrid?
- ¿Qué virtudes tiene la movilidad de Madrid?
- ¿Cuáles deben de ser los objetivos de la política de movilidad?
- ¿Qué medidas hay que tomar para lograr los objetivos?
- ¿Qué medidas urgentes ha de tomar Madrid?
- ¿Cómo hacer que Administración y ciudadanos rememos en la misma dirección?
Es decir, los 6 puntos fundamentales que se han de estudiar para mejorar la movilidad de cualquier ciudad. Pero con la ventaja de que en este caso no solo se han consultado a expertos, sino que cada capítulo ha sido sometido semanalmente a debate abierto y conjunto con los ciudadanos, que han podido también incluir sus opiniones y aportaciones, y ver cómo son recogidas igualmente en el documento final. Todas estas aportaciones públicas, de expertos y de ciudadanos, han sido además votadas por los propios participantes a través de un canal de Appgree, para ofrecer también información sobre el apoyo o rechazo que suscita cada una de las propuestas o ideas. Por añadidura, ofrecen una herramienta gráfica estupenda para consultar cómodamente los resultados. En definitiva, un trabajo fabuloso y muy útil y extrapolable para cualquier otra ciudad.
Algunas conclusiones son llamativas, pero todas son interesantes. Por ejemplo, el 88% piensa que la crisis está empeorando la calidad del transporte público (empeoramiento de las frecuencias, de los precios, de la calidad y de la disponibilidad del servicio, etc) y empujando por tanto a los usuarios a usar más el coche y alejarse de los objetivos de movilidad sostenible. El 78% piensa que la movilidad sostenible es impopular y que por tanto las administraciones no la favorecen. En este sentido inciden en que los diagnósticos de los problemas de movilidad suelen ser acertados, pero las administraciones no se atreven a aplicar las soluciones. El 71% piensa que las periferias no son consideradas en absoluto a la hora de diseñar los planes de movilidad. El 80% piensa que la intermodalidad es fundamental. El 75% piensa que el diseño urbanístico de la ciudad debe ir ligado también a criterios de movilidad, cosa que hasta ahora no se hace. El 86% piensa que es clave aplicar restricciones al uso del coche en ciudad, sobre todo durante episodios de picos de contaminación. Y así una larga serie de problemas identificados y soluciones propuestas, con su nivel de aceptación, conformando un informe realmente interesante para todos los agentes implicados en la movilidad.
Un punto, sin embargo, que nos ha llamado mucho la atención desde Imbipand es la total ausencia de cuestiones y debates relacionados con la viabilidad económica y la financiación. La pregunta 4 dice ¿Qué medidas hay tomar para lograr los objetivos? pero en ningún momento se discute cuánto cuestan o si se pueden pagar esas medidas, cuánto está dispuesto a pagar el ciudadano para alcanzarlos o si son viables a corto o medio plazo. O simplemente quién las paga y en qué proporciones. ¿Por qué nadie considera los aspectos económicos a la hora de discutir las soluciones? Los aspectos económicos son clave en cualquier circunstancia, pero en una situación de escasez de fondos públicos, como la actual, son simplemente determinantes. ¿Hace falta más pedagogía también en los aspectos económicos de la movilidad sostenible?
En resumen, desde Imbipand recomendamos encarecidamente, tanto a expertos como a usuarios, dar un paseo por el documento; las propuestas, las medidas y las conclusiones son realmente interesantes. Pero sobre todo nos preguntamos: ¿se podría organizar un debate similar para las ciudades andaluzas? ¿Todas? ¿Algunas? ¿Las principales?
¿Alguien se anima a organizarlo?
