Estos días de confinamiento dan para mucho pensar.
Pero hay cosas que ya voy teniendo muy claras que voy a hacer:
- Soy de los que tienen la suerte que veo mucho a mis hijas Ana y Pilar y también a mi nieta Luna. En breve nos llega la segunda, Zoe. Quiero disfrutar más si cabe de esos momentos. Recuerdo muchas cosas como:
- Nuestras mañanas de domingo de padre e hija con Pilar en las que nos vamos a hacer deporte al Go fit que tenemos junto a la estación de tren de Santa Justa. Una vez que hemos hecho deporte nos tomamos un rato de padre-hija tomando una cerveza y un tinto de verano respectivamente con un platito de jamón.
- Los largos paseos con mi nieta luna y las visitas a los parques del entorno son siempre un aliciente y por supuesto muchas veces terminamos toda la familia tomando también algo de jamón, aunque su pasión tengo claro que de momento son las aceitunas bien aliñadas. Eso sí, no dice nunca no a algo de chocolate.
- Curiosamente uno de los momentos que también recuerdo es cómo aprovecha mi hija Ana a dormir siestas en casa y recuperarse de esa actividad intensa que supone ser madre, esposa y empresaria.
- También esas comidas en las que vienen también los dos yernos y me dedico a elegir el vino que compartir.
- Echo de menos las carreras que me doy con unos amigos todos los sábados, esos 15 o 20 km que hacen que pase luego el fin de semana relajado después de la tempranera carrera. Soy una persona que diariamente tiene una actividad entre correr y andar de casi 15 km así que poder volver a hacerlo me resulta importante a pesar de que ya te contaré como he mantenido una cierta actividad física.
- Recorrer mis bares favoritos, que te he contado en artículos como este sobre mi barrio de Nervión:
- Pienso en ellos no solo porque me gustan mucho, sino por que en estos momentos deben estar pasándolo especialmente mal ya que es una de las actividades que se ha cerrado por completo y se han quedado sin ingresos y seguramente con gastos fijos.
- Los bares en nuestra sociedad, y especialmente en Andalucía y España, son un gran centro de vida social.
- Esto me recuerda aquella novela de Chesterton llamada la Taberna Errante. La acción se desarrolla en Inglaterra. Narra la aventura del capitán irlandés Patrick Dalroy y su amigo el tabernero Humphrey Pump, quienes recorren el país llevando el cartel de la taberna «El viejo navío», un barril de ron, un queso, y buscan sortear la prohibición de vender alcohol. Dicha prohibición ha sido impulsada por el parlamentario lord Philip Ivywood, quien intenta regenerar las costumbres del pueblo bajo la influencia de un exótico y delirante profeta musulmán. A lo largo de la novela se producen varios encuentros y desencuentros entre los fugitivos (que aprovechan los vericuetos de la ley) y sus perseguidores. Allí donde van, crean sociedad, ambiente, alegría, un auténtico homenaje a los bares.
- Estos días de confinamiento en que, además de la salida diaria a aplaudir a los sanitarios que han trabajado duro por sacarnos de esta crisis de salud, ha habido iniciativas ciudadanas, en muchas ocasiones promovidas por algún joven líder, que ha mantenido el ánimo.
- Creo que esta sociedad civil que tenemos y que ya ayudó a sacar al país de la crisis económica que sobrevino tras la hecatombe de 2007, debería de ser un ejemplo también para nuestros políticos.
- Me han hecho recordar ese ensayo maravilloso denominado “En defensa de la política” de Bernard Crick, espíritu que deberíamos de recuperar y sobre todo en nuestra clase política.
- Nosotros desde Consultora Alomon y el INSTITUTO DE MOVILIDAD tenemos muy arraigada la política de conciliación y teletrabajo. Pero tengo unas inmensas ganas de ver a mis compañeros, de pasar más tiempo trabajando con ellos en la nueva oficina que apenas hemos estrenado, de tomar una cerveza para celebrar que todavía podemos seguir adelante y que estamos bien. Beli, María, Cinta, Pablo, Henar, Carlota y Samir, hasta muy pronto. Y también con mis socios Antonio, David y Armando.
- Aprovecho para avisar a ese vecino, que todavía no sé cuál es, el primero que vea, al que le lanzaré un abrazo.
- Ir a un concierto con mi hija Pilar y su amiga desde la infancia Maria Del Mar, con las que siempre voy a esos eventos Milenialls en los que me encanta ver a gente joven disfrutar y sobre todo compartir con mi chiquitina esos momentos. Da gusto ver las ganas de vivir y ese espíritu positivo de nuestros jóvenes.
- Oler, tocar, mirar y sentir cada rincón de la calle de mi Sevilla. Seguir enseñándola a los amigos que vienen de todo el mundo.
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- Viajar, tras tantos años viajando demasiado he vuelto a recuperar las ganas:
- Quiero ver a mis amigos de América Latina y de otras partes de España
- Ir a Barcelona, una de las ciudades que más me gusta.
- Ir a Madrid donde tengo muchos amigos y a mi familia tanto de la zona de Chamartín como de Loeches.
- Pasar horas mirando el mar en Cádiz o corriendo por la Playa de la Victoria.
- Hacer senderismo y comer jamón en Aracena.
- Hacer el Camino de Santiago que lo tengo pendiente desde hace tiempo.
- Correr la Maratón de Nueva York que siempre lo tengo en pendientes.
- También hay algunas cosas que he decidido que quiero hacerlas, aunque probablemente no pueda:
- Ver un concierto de Neil Diamond, me encantan sus canciones y recuerdo especialmente esa que es un homenaje al Vino tinto.
- Pasar un mes en la Polinesia francesa de la que me han hablado todo el mundo muy bien. Pero estas dos cosas creo que por unas razones o por otras son complicadas. Nunca se sabe.
- Disfrutar y alegrarme porque vuelvan los millones de turistas a inundar nuestras calle.
- No escribir tanto WhatsApp a los amigos sino tomar café o cerveza con ellos
- Y mantener alguna rutina positiva que adquirido estos días. De eso ya hablaré.
Por supuesto, disfrutar del éxito que estamos teniendo con el I Congreso Mundial online de Movilidad Sostenible, COMUS 2020 en el que ya tenemos 2000 inscritos y que estoy deseando.